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Tomarnos un tiempo para la experiencia interior es una forma excelente de mejorar nuestra vida en general. Todos/as tenemos la posibilidad de desarrollar una vida interior muy rica, y ese desarrollo es algo de lo que se ocupa la meditación, ayudándonos a afrontar los hechos que nos sobrevienen a diario, aportándonos una mayor entereza al reconocer lo transitorio como tal y nuestra identidad como algo complejo que no es solo lo que vemos o ven los demás a simple vista.

Si una persona se enriquece como tal cultivando la vida interior, ¿qué es lo que nos impide desarrollarla?. En general todas aquellas cosas que nos impiden cualquier desarrollo como, no tener tiempo, no tener energía, no tener ganas, no tener interés, encontrarnos mal física y/o psicológicamente, no creernos capaces, no considerar la posibilidad o estar demasiado ocupados con el trabajo o metidos en algún bucle emocional.

Sin embargo, la cuestión está muy a nuestro alcance, solo tenemos que dedicarnos un tiempo al día, un espacio para nosotros/as mismos/as en el que atendernos con amabilidad y consideración, observando las consecuencias de nuestros propios hábitos de pensamiento, emoción y acción, y abriéndonos a la posibilidad de descansar en lo que somos en lo profundo, por ejemplo en nuestra naturaleza pacífica profunda.